Un artista que se volvió rápidamente uno de mis favoritos
al momento de conocer su obra fue el artista Jeroen Van Aeken, mejor conocido como El Bosco. El pintar un gran número de figuras con
minucioso detalle dentro de sus obras, mezcladas con abundante sarcasmo hace de
su estilo algo muy especial.
Lo que más me gusta y a la vez me intriga es ese claro
análisis que hace dentro de sus obras, porque demuestra que su trabajo no es
improvisado y mucho menos al azar. Es completamente consiente antes de colocar
cualquier elemento dentro de su composición y eso se puede apreciar al momento
de ver el resultado que logra con esos escenarios llenos de seres.
La gama de colores y las tonalidades contrastantes que en
general emplea me resultan bastante atractivas y me gustan a la vista.
Una de mis obras favoritas y que más admiro de El Bosco,
es: El jardín de las delicias, pienso que es simplemente maravilloso, logra ser
mágico y al mismo tiempo misterioso lo que resulta totalmente fascinante. La
maestría con la que él artista logra una perfecta composición a pesar de tener
tantos elementos dentro de la pintura me impresiona, además del cuidado que le
pone a cada escena y centímetro dentro del lienzo.
Aunque la obra se encuentre expuesto completamente
abierto, recordemos que se trata de un tríptico en donde sus tablas laterales
originalmente se pueden cerrar sobre su tabla central lo que me parece continúa
con la magia de poder abrir una caja llena de sorpresas y justamente es lo que
sucede.
Es una de esas pinturas que no cansa mirar, pero que al
mismo tiempo es necesario darle sus tiempos a la hora de contemplarla, se debe
ir descubriendo poco a poco. Cada vez que observo una de sus reproducciones me
encuentro con algo diferente y nuevo dentro de ella.
Cuando la vi en persona fue cuando se hizo una de mis
obras favoritas, sus dimensiones de primera mano impresionan, ya que sus 220 x
380 cm aproximadamente llaman la atención fácilmente.
Perla Garrido Crespo
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