Muchas veces se ha debatido
sobre el temor de la pintura al poder ser remplazada con la fotografía, de este
mismo modo se ha llegado a plantear una crisis del cine por convertirse en
sustituto de la televisión, lo cual resulta poco convincente ante los ojos de quienes
saben que no existe tal riesgo y tal crisis. Es como pensar que el cine ha
desbancado al teatro y el teatro a la narración. Simplemente ha sido necesario
uno para el surgimiento del otro, donde cada medio ofrece cosas y visiones diferentes.
El video ha logrado tener
diferentes áreas, entre ellas y la que surge enseguida es la relación video/arte.
Así como resulta imposible afirmar que la fotografía, es decir, toda la fotografía
es arte; de igual manera es erróneo pensar que el video es arte. Se debe dejar
en claro que el video no es un arte en sí mismo, pero si es un medio que puede
crear un producto totalmente artístico; el video no es televisión pero de
ninguna manera puede ignorarla.
Como suele pasar en todo descubrimiento, las primeras
experiencias pre-video fueron única y totalmente de carácter tecnológico y
formal. Su importancia radicaba en todas esas posibilidades que brindaba para
la manipulación de imágenes.
El video-arte comenzó a experimentar en distintas
tendencias, no solo en arte conceptual, performances o en minimalismo, sino, también
en fluxus, movimiento artístico que buscaba adoptar diferentes medios y materiales,
es decir, el lenguaje no era el fin, sino el medio. Siendo de esta manera el
arte conceptual su referente directo, en donde a diferencia de Duchamp que
introduce lo cotidiano en el arte con el ready-made, fluxus pretende disolver
el arte en lo cotidiano.
Las primeras experiencias del video-arte fueron en televisión,
es por eso que de cierta manera se vinculan, al no haber podido existir una sin
la otra. Sin embargo, esos primeros programas no resultaron exitosos ya que era
lógico que no se lograría sacar al arte de su medio habitual para pretender llegar
al pueblo de manera más directa a través de un medio de comunicación dirigido a
las masas como lo era y es la T.V.
El video-arte rompe por completo cualquier parámetro comercial que pueda
existir en televisión. A diferencia de éste, el video-arte busca establecer una
relación entre lo visual y lo conceptual a través de una narración o imágenes.
Mantiene un lenguaje completamente audiovisual, construido con una ruptura
hacia lo convencional o lo “correctamente visto”, por lo que no se puede llegar
a confundir con el video clip, el video documental o el video de ficción; al
igual de no confundirlo con el cine que está dirigido principalmente para el
entretenimiento a diferencia del video arte en donde inclusive puede no ser
necesario un dialogo, actores o simplemente tener una narrativa o guion.
La primera aparición del video-arte en una galería fue con televisiones
y video-tapes de la mano de Paik.
Gracias a los equipos portátiles de video fue como muchos artistas
pudieron empezar a utilizar este nuevo medio y también se pudo empezar a
comercializar a través de los video-tapes. Los primeros films o videos no tenían
un principio ni un fin establecido, es decir, podía estar corriendo la cinta y poder
empezarlo a ver justo en ese momento sin problema por lo que, se empezó a decir
que ese tipo de videos (video-art) resultaban sumamente aburridos y no se
lograba ver toda la cinta por más de cinco o diez minutos.
Lo cierto es que esto sucedía y con mayor frecuencia en los
inicios del video arte porque el público no estaba acostumbrado a ver ese tipo
de cosas en donde se le exigiera una comprensión intelectual y no solo de
entretenimiento. El performance/video o el video/art no buscaban que su comprensión
fuese de fácil lectura, al contrario este tipo de expresiones buscaban generar
un discurso individual y abstracto en las personas, el cual se lograba solo en
un pequeño grupo selecto porque en su mayoría no comprendían y les atraían más
discursos públicos o populares de medios de comunicación masivos que no les exigían
ningún esfuerzo intelectual.
La
invención del videocasete en 1972, fue un parte aguas que ayudo a que
existieran nuevas manera de difusión de la imagen. No era suficiente con que
las transmisiones que se empezaban hacer en televisión fueran en directo; al
llegar el videocasete en ese momento ya se permitía ahora grabar los programas así
como comprar películas o documentales.
De esta manera con el texto de Bonet podemos analizar como fue el surgimiento y
la evolución de estos medios que a final de cuentas son herramientas que se han
sabido utilizar para poder brindar diferentes posibilidades de expresión según el
objetivo o interés que se tenga; desde la televisión que dio lugar al video y
este a su vez al video-art con su primera introducción en las ferias de arte,
posteriormente en grandes muestras, museos o centros culturales hasta lograr consolidar
actualmente un departamento dedicado especialmente al video en museos.
PERLA GARRIDO CRESPO